Didáctica de la
Lengua. Bloque 1.
Actividad 1. Debate – Diálogo.
Curso: 6º Ed. Primaria.
Tema: Aborto.
La actividad que voy a desarrollar está basada en una
situación real que me ha surgido este curso con alumnos de sexto de primaria.
Durante la clase de religión, hablando del sexto mandamiento
(no cometerás actos impuros) salió a la luz el respeto hacia uno mismo y en
concreto al cuerpo de cada uno. Una de las cuestiones que planteaban los
alumnos fue el aborto y la eutanasia. En aquel momento salieron cuestiones
referidas al incidente que tuvo lugar en Colonia durante la celebración de
Nochevieja (violaciones e implicación de refugiados). Una alumna planteó si el
aborto debía estar permitido en caso de violación. La manera en la que enfocamos
el tema en la clase fue siempre desde de la libertad de cada uno, es decir, mis
alumnos tienen interiorizado que todos somos libres de elegir nuestras
conductas, que la libertad de uno termina donde empieza la del otro y que por
malas que nos parezcan las conductas de los demás nadie somos quién para juzgar
en última instancia. A ellos les “preocupa” si una acción es o no pecado o si
la gravedad de una acción implica “ir al infierno” o no. Estas cuestiones las
trabajamos desde el área de religión, pero me parece que puede ser un buen
punto de partida para la actividad que se nos plantea.
He elegido como tema de la actividad debate o diálogo: “El
aborto” y el curso en el que la voy a desarrollar es sexto de primaria. Es un
tema de actualidad y que los niños de esta edad conocen perfectamente. A esta
edad los alumnos ya tienen habilidades comunicativas necesarias como para
mantener un diálogo-debate, no obstante es un momento perfecto para asentar una
serie de normas o claves que deben saber para enfrentarse a situaciones
similares. Además, lo que me ha llevado a elegir el tema ha sido su propia
necesidad, he partido de un tema que ellos han propuesto y que además les
“preocupa”. Desde el área de Lengua podemos trabajar todos los aspectos
referidos a la expresión oral y además podemos enfocar el tema para que sean
capaces de tener una visión crítica y una postura de respeto frente a esta
problemática.
A la hora de desarrollar la actividad encuentro una
dificultad a la que nos encontraremos los profesores. A pesar de tener una idea
o concepción del tema debemos tratar de ser completamente objetivos y no sesgar
la actividad con nuestra postura. Desde mi punto de vista, solo cuando demos
por finalizada la actividad y solo si nos lo piden los alumnos, podríamos dar
nuestra visión o nuestra postura frente al tema que tratemos. Posicionarnos
antes o durante la actividad puede llevar a los alumnos que no piensen como
nosotros a tomar una postura de prudencia e incluso a no participar de forma
activa por miedo a pensar diferente que nosotros. Es cierto que el ambiente
también puede influir. Yo trabajo en un colegio católico y el tratar este tema
debe ser siempre teniendo presente la postura de la Iglesia frente a este tema.
Desarrollo de la actividad:
La duración de la actividad será de dos módulos de clase de
45 minutos cada uno y en día consecutivos ya que la asignatura de Lengua
dispone de un módulo diario los cinco días de la semana.
Distribuiremos el aula de la misma manera o similar a la que
aparece en la imagen:
En el primer módulo dejaremos marcadas las normas de la actividad
que ellos mismos determinarán y estableceremos quién desempeñará cada rol. Al
finalizar esta primera sesión, los alumnos deberán buscar información acerca
del tema seleccionado.
En el segundo módulo realizaremos el debate propiamente dicho,
realizaremos la evaluación de la actividad y recogeremos las conclusiones a las
que lleguemos.
Primer módulo:
Lo primero que vamos a hacer es explicarles a los alumnos que
vamos a realizar un diálogo-debate en el siguiente módulo. Para ello van a
necesitar informarse al respecto e investigar sobre el tema que elijamos.
En este caso tenemos elegido el tema ya que ha surgido como
necesidad de ellos en la clase de otra asignatura. En otro caso, sería muy
positivo que sean ellos los que eligiesen el tema sobre el que se va a debatir.
Estableceremos las normas y repartiremos los roles que
desempeñará cada uno. Los roles van a ser: moderador (el propio profesor) y
participantes activos del debate-diálogo.
Realizaremos una lluvia de ideas para entre todos crear las
normas. Los alumnos las escribirán en la pizarra y una vez que queden
establecidas, todos firmarán un documento a modo de aceptación de dichas
normas. El profesor deberá asegurarse de que las normas son adecuadas y que los
alumnos serán capaces de cumplirlas. Deberá tener unas normas previas que solo
conocerá él/ella y mediará para que las normas que establezcan los alumnos sean
similares y no falte ninguna esencial.
Un ejemplo de las normas podría ser:
·
Silencio respetuoso y atento durante las aportaciones de los compañeros.
·
Lenguaje no verbal de acorde a un debate de niños de 12 años: postura
del cuerpo y expresiones de la cara respetuosas.
·
Realizar intervenciones que tengan que ver con el tema, e intentar no
hablar de otra cosa. Se pedirá al moderador
que sea el encargado de realizar una señal cuando algún compañero se
desvíe del tema a tratar. Conseguiremos así que esté centrado en una tarea, se
sienta importante con el rol otorgado, y forzosamente tenga que escuchar lo que
dicen sus compañeros.
·
Levantar la mano para hacer preguntas y realizar alguna aportación.
·
Pensar siempre antes de hablar.
En este primer módulo también
dejaremos establecidos los criterios de evaluación de la actividad. En este
caso trabajaremos una evaluación que constará de dos partes. Una de autoevaluación
y otra de evaluación grupal.
Segundo módulo:
Nos
sentaremos como en la imagen, para favorecer el vernos y escucharnos todos y así facilitar la
comunicación, atendiendo al lenguaje verbal y no verbal. El niño con dificultades en conducta, se sentará al lado del
profesor, para poder tener un mayor control sobre él, además le otorgaremos el
rol de aydante del moderador. De esta manera podemos mejorar su aportación al
grupo. Su función será meramente figurativa, el rol de moderador debe
desempeñarlo el adulto para asegurarnos que las ideas que se plantean sean
completadas y entendidas por todos los participantes. Por lo que siendo
ayudante, lo que buscamos es darle el protagonismo que probablemente esté
buscando con su conducta. Le facilitaremos tareas como entregar a quien le
digamos e ir cambiando un objeto que determinemos será necesario para tener el
turno de palabra. Todo el grupo debe aceptar que ese niño desempeñe ese rol
sabiendo que sin moderador no puede existir un debate, por lo tanto si no es
capaz de desempeñar el rol con acierto, tendrá que abandonar la actividad
quedando al margen de sus compañeros pero dentro del aula y realizando una
exposición escrita sobre el tema que estamos tratando. El niño tímido se
sentará enfrente del profesor, y a ser posible entre dos de sus compañeros con
los que tenga más confianza. Cada vez que intervenga, el profesor agradecerá su
aportación y en caso de no intervenir tendremos que preguntarle directamente
cuál es su opinión al respecto, qué conoce del tema o con qué compañero u
opinión está más de acuerdo o cuál le resulta más contraria.
Empezaremos el debate-diálogo con la siguiente
pregunta: “¿Qué es el aborto?” y así, los niños tendrán que “definir”,
trabajaremos la función metalingüística del lenguaje y ellos trabajarán la
definición de conceptos.
Una vez demos por cerrada la primera pregunta, lanzaremos dos con las
que, si no se ha iniciado ya, se inicie el debate: ¿Qué opinas del aborto?.
¿Aborto si o aborto no?
Dejaremos que el intercambio de opiniones fluya y estaremos pendientes
de que el alumno que tiene dificultades para participar lo haga con las
preguntas que teníamos preparadas.
Debemos tener preparadas una serie de preguntas guía que faciliten un
diálogo fluido en el caso de que el debate no lo sea. Ejemplos de estas
preguntas podrían ser:
·
El aborto, ¿es siempre provocado?
·
¿Hay vida desde el momento de la fecundación?
·
¿Es legal abortar voluntariamente?
·
¿Debería ser legal siempre?
·
Desde tu punto de vista, ¿en qué circunstancias debería serlo y en
cuáles no?
Para la auto-evaluación los alumnos completarán la siguiente rúbrica que
será igual a la que complete el profesor.
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Nada
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Poco
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Normal
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Mucho
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He expresado mis ideas sobre el aborto.
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He respetado las normas.
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He disfrutado de la actividad.
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He aprendido algo nuevo sobre el aborto.
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Para la evaluación grupal los
alumnos decidirán una nota para los siguientes aspectos y pondremos los
resultados en una cartulina en el corcho de la clase. En las siguientes
actividades similares, evaluaremos al grupo de la misma manera y veremos si hay
una evolución positiva. Así centraremos a los alumnos en aspectos importantes a
tener en cuenta en cualquier intercambio comunicativo.
ABORTO
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¿Hemos respetado las normas?
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¿Hemos resuelto dudas al respecto?
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¿Hemos escuchado de forma respetuosa a todos?
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¿Hemos participado todos?
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¿Hemos disfrutado?
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Reflexión:
La actividad que
he desarrollado es una actividad muy atractiva para los alumnos. Durante la
etapa de primaria no abundan las actividades abiertas en las que los alumnos
puedan investigar y expresar sus ideas. Es un error relativamente frecuente de
los maestros el diseñar actividades dirigidas en las que es muy complicado
desarrollar y sacar partido a las habilidades de los alumnos.
Actividades como
el debate-diálogo favorece el desarrollo de las habilidades comunicativas de
nuestros alumnos, aspecto fundamental dentro de la expresión oral que es un
elemento a tener en cuenta dentro del área de Lengua Castellana y Literatura.
Esta actividad
cumple con un requisito que desde mi punto de vista deben cumplir las
actividades que los maestros planteamos: cuanto más protagonista sea el alumno
y menos el profesor mayor será el grado de éxito que tendrá la actividad
propuesta.
Ahora está perfecto.
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